Guía de eficiencia energética en viviendas en Valencia

La eficiencia energética en viviendas es una cuestión clave hoy en día. Antes apenas se consideraba, pero las normativas actuales la han convertido en un pilar fundamental de la construcción. Y no es para menos, ya que está directamente ligada al gasto mensual en facturas. Una vivienda eficiente garantiza un confort superior con un coste energético mucho menor.

  • Ahorro Directo: Una buena eficiencia energética reduce drásticamente las facturas de luz y gas, a diferencia de viviendas antiguas que pierden energía.
  • Mayor Confort: Las casas eficientes mantienen una temperatura estable, evitando los inviernos fríos y veranos calurosos típicos de inmuebles mal aislados.
  • Proceso en Valencia: Para vender o alquilar es obligatorio el Certificado de Eficiencia Energética (CEE), que debe ser emitido por un técnico cualificado y registrado en el IVACE. Tiene 10 años de validez.
  • Mejoras Clave: Las acciones más efectivas son mejorar el aislamiento (SATE), instalar ventanas de calidad y actualizar los sistemas de climatización a tecnologías como la aerotermia.

 

Por qué es crucial la eficiencia energética en tu vivienda

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Piensa en tu casa como si fuera un termo de café. Si es bueno, mantiene el café caliente horas. Una vivienda con alta eficiencia energética funciona igual: conserva la temperatura ideal sin esfuerzo, evitando que la energía se escape por ventanas, paredes o techos mal aislados.

Antes, esto de la eficiencia era algo que ni se miraba al construir. Hoy, en cambio, es un pilar fundamental que define no solo el confort del día a día, sino también la economía de cualquier familia.

El contraste entre lo antiguo y lo moderno

Una vivienda de los años 80, sin un aislamiento decente ni ventanas de calidad, es un auténtico coladero de energía. Esto conlleva que sus habitantes pasen inviernos más fríos y veranos muy calurosos. En invierno, pones la calefacción y el calor se fuga al momento. En verano, el calor de la calle se cuela por todas partes. Esto se traduce en facturas mensuales de infarto y una sensación de incomodidad constante.

En cambio, en las viviendas nuevas con una gran eficiencia energética, sus habitantes prácticamente ni se enteran de estos cambios de temperatura en el interior. Consiguen un confort superior con un gasto energético mínimo.

En la práctica, una buena calificación energética no solo revaloriza tu propiedad, sino que transforma tus inviernos en cálidos y tus veranos en frescos, reduciendo drásticamente tu dependencia de la climatización.

La realidad del parque inmobiliario español

El gran problema es que la mayoría de las casas en España no están preparadas para esto. De hecho, casi el 90% de las viviendas en España tiene calificaciones energéticas bajas. Más de la mitad supera los 40 años de antigüedad y están catalogadas, en su mayoría, con la letra E.

Los datos del mercado son claros: solo el 8,4% de la gente que busca comprar casa se interesa por inmuebles con etiqueta A. Un abrumador 39,7% se concentra en la E. Si quieres profundizar en el tema, puedes leer más sobre la demanda de vivienda eficiente en Idealista.

Los 5 pilares de una vivienda energéticamente eficiente

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Para que tu casa se convierta en un fortín de ahorro y confort, lo primero es entender por dónde se escapa la energía. La eficiencia energética en viviendas no depende de una sola cosa, sino de varios elementos clave que deben funcionar en equipo.

Si actúas sobre estos cinco pilares, estarás dando los pasos correctos para mejorar la nota de tu certificado energético. Y, lo que es aún más importante, para reducir tus facturas de una vez por todas.

1. Aislamiento térmico: la primera barrera

El aislamiento es el abrigo de tu casa. Piénsalo así: de nada sirve poner la calefacción a tope si luego dejas la puerta abierta. Una envolvente térmica de calidad en fachadas, cubiertas y suelos es tu mejor defensa contra el frío en invierno y el calor en verano.

Sin un buen aislamiento, cualquier intento de climatizar la casa es como intentar llenar un cubo con un agujero. La energía se escapa sin remedio. Soluciones como el Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) son muy efectivas. Pueden reducir la necesidad de climatización hasta en un 70%.

2. Ventanas y cerramientos de calidad

Las ventanas son los puntos débiles por naturaleza. Unas ventanas viejas o de mala calidad son auténticos puentes térmicos. Por ellas el frío y el calor se cuelan sin piedad, afectando directamente la temperatura interior.

La solución es instalar ventanas con doble o triple acristalamiento. También son clave las cámaras de aire rellenas de gases como el argón. Y muy importante, carpinterías con rotura de puente térmico (RPT). Esta mejora no solo te aísla del tiempo, sino también del ruido.

3. Sistemas de climatización eficientes

Aquí está el corazón energético de tu hogar: los sistemas que te dan calor en invierno y frescor en verano. Esas calderas de gas antiguas o los radiadores eléctricos que devoran kilovatios son los grandes culpables de las facturas desorbitadas.

Afortunadamente, la tecnología ha avanzado muchísimo. Sistemas como la aerotermia, las calderas de condensación o el suelo radiante ofrecen un rendimiento espectacular con un consumo mínimo. La normativa actual, como explicamos en nuestra guía sobre el Real Decreto 390/2021, cada vez aprieta más para que las instalaciones sean de este tipo.

4. Iluminación y electrodomésticos de bajo consumo

Ese consumo «fantasma» de luces y electrodomésticos parece poca cosa, pero al final del mes suma un buen pico. El gesto tan simple de cambiar todas las bombillas de casa por tecnología LED puede recortar hasta un 80% de lo que gastas en iluminación.

Y lo mismo pasa con los electrodomésticos. Cuando toque renovar la nevera, la lavadora o el lavavajillas, fíjate bien en la etiqueta energética. Ir a por modelos con calificación A, B o C te asegura un menor consumo durante todos los años que los vayas a usar.

5. Energías renovables y autoconsumo

Llegamos al último pilar, el que te da el control total: generar tu propia energía limpia. Hoy en día, instalar paneles solares fotovoltaicos para autoconsumo es una de las decisiones más inteligentes y rentables que puedes tomar.

Te permite reducir drásticamente tu dependencia de la compañía eléctrica, blindándote contra las constantes subidas de precios. De paso reduces la huella de carbono de tu hogar. Y seamos sinceros, en un sitio como Valencia, con la cantidad de horas de sol que tenemos, el potencial de ahorro es gigantesco.


Impacto real de las mejoras en la eficiencia energética

Esta tabla compara el antes y el después de aplicar reformas clave. Muestra cómo cada acción impacta en la calificación energética y el ahorro económico.

Mejora Realizada Situación Inicial (Ej. Calificación E) Situación Mejorada (Ej. Calificación C/B) Ahorro Estimado en Facturas
Cambio de ventanas Fugas de calor/frío constantes. Alto gasto en climatización. Mejora a Calificación D. Aislamiento térmico y acústico superior. Entre 15% y 25% anual.
Aislamiento SATE en fachada Pérdida energética masiva por los muros. Demanda de calefacción alta. Salto a Calificación C. Confort térmico estable todo el año. Entre 30% y 40% anual.
Instalación de aerotermia Caldera de gasoil/gas antigua e ineficiente. Salto a Calificación B. Sistema de alta eficiencia para frío, calor y agua caliente. Hasta un 50% anual.
Instalación de paneles solares Dependencia total de la red eléctrica. Facturas elevadas. Mejora a Calificación A/B. Generación de energía propia. Reducción de hasta el 70% o más.

Como puedes ver, no se trata de cambios pequeños. Cada una de estas acciones tiene un efecto directo y medible tanto en la etiqueta de tu vivienda como, sobre todo, en tu bolsillo. Combinar varias de ellas es la fórmula definitiva para conseguir una casa verdaderamente eficiente.

Cómo obtener el certificado de eficiencia energética en Valencia

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Piensa en el Certificado de Eficiencia Energética (CEE) como el DNI energético de tu casa. En Valencia, como en el resto de España, tenerlo es obligatorio si quieres vender o alquilar. Aunque suene a papeleo, el proceso es más sencillo de lo que parece si sabes qué pasos dar.

Este documento pone nota a tu vivienda con una letra, de la A (la más eficiente) a la G (la menos eficiente). Esta calificación no es solo un papel. Te dice cuánto consume tu casa y qué emisiones de CO₂ genera, dándote una pista muy clara de lo que te vas a gastar en facturas.

El proceso paso a paso en la Comunitat Valenciana

Para conseguir tu certificado en Valencia, Torrent, Paterna o cualquier otro municipio, el camino está muy bien marcado. Son cuatro fases clave, y es fundamental que se cumplan todas para que el documento sea legalmente válido.

  1. Contactar con un técnico cualificado: Busca un arquitecto o ingeniero habilitado para hacer certificaciones energéticas.
  2. Visita de inspección a la vivienda: El técnico irá a tu casa para tomar medidas, mirar la envolvente (fachadas, ventanas) y revisar las instalaciones.
  3. Cálculo y elaboración del informe: Con los datos, el técnico usa un software oficial como CE3X para calcular la calificación energética. De aquí sale la etiqueta y un informe con recomendaciones.
  4. Registro telemático en el IVACE: Este es el último paso. El técnico debe registrar el certificado en la Delegación de Trámite del Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (IVACE). Solo entonces es válido.

Un certificado sin su número de registro del IVACE no tiene ninguna validez legal. Asegúrate siempre de que el técnico haga este trámite por ti.

Validez y precios orientativos en Valencia

Una vez registrado, el certificado tiene una validez de 10 años. La única excepción es si haces una reforma importante que pueda cambiar su calificación. El precio puede variar, pero los costes suelen ser muy competitivos. Si quieres tener una idea más clara, puedes consultar nuestra guía detallada sobre cuánto cuesta un certificado energético.

Las mejoras que te proponen son una hoja de ruta para que tu propiedad valga más. No es casualidad que la rehabilitación energética esté en auge. Las obras más populares, como el aislamiento SATE o cambiar ventanas, demuestran que cada vez nos importa más la eficiencia energética en viviendas. Ya sea en ciudades como Gandía o en pueblos como Xàtiva, un certificado válido y una buena nota es una ventaja competitiva enorme.

Un plan de acción para mejorar la calificación de tu casa

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Mejorar la eficiencia energética de una vivienda no siempre significa meterse en una reforma integral. La realidad es que puedes empezar a notar un cambio real con acciones muy pequeñas y asequibles.

Aquí te hemos preparado una hoja de ruta progresiva para que puedas actuar según tu bolsillo. Empezaremos por soluciones casi inmediatas y terminaremos con esas inversiones que transforman tu hogar por completo.

Lo más inteligente es empezar por lo que se conoce como «victorias rápidas». Son pequeñas intervenciones de bajo coste que atacan de raíz las fugas de energía más comunes. Hablamos de gestos tan sencillos como poner burletes en puertas y ventanas o sellar con masilla esas grietas por donde se cuela el frío.

Aunque parezcan detalles sin importancia, estas pequeñas acciones tienen un efecto acumulativo brutal en tu confort y, por supuesto, en la factura a final de mes.

Pequeños gestos con gran impacto (bajo presupuesto)

En este grupo están las mejoras más económicas y fáciles de poner en marcha. No necesitas llamar a un albañil ni hacer grandes desembolsos para empezar a ahorrar desde ya.

  • Sellar fugas de aire: Usa burletes adhesivos en el marco de puertas y ventanas. Y no te olvides de revisar las cajas de las persianas, que son un coladero de aire clásico.
  • Pasarse a la iluminación LED: Cambiar todas las bombillas por tecnología LED puede recortar el gasto en iluminación hasta en un 80%. Parece mentira, pero es así.
  • Aislar las tuberías de agua caliente: Forrar las tuberías con coquillas aislantes evita que el agua pierda calor en su viaje hasta el grifo. Así la caldera trabaja menos.

Estas medidas son perfectas para dar el primer paso y empezar a mejorar la eficiencia de tu casa sin que tu cartera se entere.

Inversiones intermedias para un salto de calidad

Si tienes algo más de presupuesto, puedes dar un salto cualitativo muy interesante. Estas acciones ya piden una inversión moderada, pero el retorno en ahorro y confort se nota mucho más.

Un ejemplo clarísimo es la renovación de electrodomésticos. Una nevera con 15 años puede consumir el triple que un modelo actual con una buena etiqueta energética. El ahorro en la factura de la luz es inmediato.

Otra jugada maestra es instalar termostatos programables o inteligentes. Estos aparatos ajustan la calefacción a tus horarios, evitando que la casa se caliente cuando no hay nadie. Optimizan el consumo solos y pueden generar ahorros de hasta un 30% en climatización.

«Pasar de electrodomésticos antiguos a modelos con calificación A o B y controlar la climatización con un termostato inteligente puede ser suficiente para subir una letra en tu certificado energético.»

Grandes reformas para la máxima eficiencia

Y ahora sí, llegamos a las reformas que cambian las reglas del juego. Estas son las que de verdad pueden llevar tu vivienda de una calificación E o D a una B o incluso una A. Son inversiones importantes, sí, pero transforman el comportamiento energético de tu hogar.

Las tres grandes reformas que marcan la diferencia son:

  1. Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE): Es como ponerle un buen abrigo al edificio por fuera. Es la solución más eficaz para acabar con los puentes térmicos y reducir la necesidad de climatización hasta en un 70%.
  2. Sustitución de ventanas: Cambiar esas ventanas viejas por unas nuevas de PVC o aluminio con rotura de puente térmico y doble o triple cristal es una de las mejores decisiones que puedes tomar.
  3. Cambio del sistema de climatización: Instalar sistemas de alta eficiencia como la aerotermia, que saca energía del aire de la calle, supone un antes y un después en lo que pagas por estar a gusto en casa.

Ayudas para la rehabilitación energética en la Comunitat Valenciana

Invertir en la eficiencia energética de tu vivienda es una decisión inteligente, pero el coste inicial a veces frena. Por suerte, en la Comunitat Valenciana contamos con un abanico de ayudas y subvenciones que hacen estas reformas mucho más accesibles.

Estos programas, gestionados a través del Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (IVACE), beben de fondos europeos como los Next Generation EU. El objetivo es claro: darle un empujón a la rehabilitación de nuestras viviendas para que consuman menos, sean más confortables y reduzcan sus emisiones.

¿Qué reformas cubren estas ayudas?

Las subvenciones no se dan al azar. Están pensadas para apoyar las actuaciones que de verdad marcan una diferencia en la factura. Aunque los programas pueden cambiar, normalmente se centran en estas mejoras:

  • Aislamiento de la envolvente térmica: Esto incluye instalar sistemas SATE en fachadas, aislar cubiertas o mejorar los suelos.
  • Renovación de ventanas: Se subvenciona cambiar ventanas viejas por modelos modernos de altas prestaciones, con doble o triple cristal y rotura de puente térmico.
  • Sistemas de climatización eficientes: Aquí entran las ayudas para pasarse a tecnologías más limpias, como la aerotermia, geotermia o calderas de biomasa.
  • Instalación de energías renovables: El autoconsumo está en auge. Por eso, hay subvenciones para colocar paneles solares fotovoltaicos o térmicos.

Requisitos clave para solicitar las ayudas

Para acceder a estas ayudas, hay que demostrar que la reforma consigue una mejora real y medible. Por eso, uno de los requisitos indispensables es presentar un Certificado de Eficiencia Energética (CEE) antes de la obra y otro después de terminarla.

El certificado final es la prueba del algodón: debe justificar que se ha logrado el ahorro energético que exige la convocatoria.

Y es que la situación actual de nuestras casas hace que estas ayudas sean más necesarias que nunca. Un dato que asusta: más del 80% de las viviendas en alquiler en España son ineficientes. Un 83,81% luce las etiquetas E, F o G. Esto deja claro que tenemos una tarea urgente por delante.

El porcentaje de la inversión que puedes recuperar a través de estas subvenciones suele ser muy importante. En algunos casos, se llega a cubrir más del 50% del coste total de la obra.

Para estar al día de las convocatorias abiertas, lo mejor es consultar la web del IVACE. También te recomendamos echarle un vistazo a nuestra guía completa de subvenciones para eficiencia energética en 2024, donde te lo contamos todo.

Preguntas frecuentes sobre eficiencia energética en viviendas

Siempre surgen preguntas cuando hablamos de eficiencia energética y del certificado. Es normal. Para ponértelo fácil, aquí hemos recopilado las dudas más habituales que nos plantean los propietarios en Valencia, con respuestas claras y directas.

¿Es obligatorio tener el certificado energético?

Sí, rotundamente. La ley es muy clara: si vas a vender o alquilar tu casa en Valencia o cualquier parte de España, tienes que tener un Certificado de Eficiencia Energética en vigor y registrado. Este documento es una parte más de la información que debes entregar al comprador o inquilino. Ignorar este trámite puede acarrear sanciones económicas importantes, así que es mejor no arriesgarse.

¿Cuánto tiempo dura el certificado una vez lo tengo?

Una vez emitido y registrado en el IVACE (el organismo oficial en la Comunitat Valenciana), tu certificado tiene una validez de 10 años. Durante una década, puedes despreocuparte. La única excepción es si la calificación energética de tu vivienda es una G, la más baja. En ese caso, la validez se reduce a 5 años. Es una forma de incentivar que se hagan mejoras en las viviendas menos eficientes.

Hice reformas, ¿tengo que renovar el certificado?

No estás obligado a hacerlo si el certificado que tienes todavía es válido. Sin embargo, es muy recomendable. Especialmente si has hecho reformas que impactan en la energía, como cambiar las ventanas, aislar una pared o instalar un sistema de climatización nuevo. Un nuevo certificado reflejará esas mejoras con una letra más alta, lo que revaloriza tu propiedad y la hace más atractiva para venderla o alquilarla.

¿Pueden hacerme el certificado sin visitar mi casa?

Imposible, y si alguien te lo ofrece, desconfía. La normativa exige que un técnico cualificado vaya a tu casa, tome medidas, compruebe los materiales y revise las instalaciones. Es un trabajo de campo imprescindible para que los datos sean reales. Un certificado hecho «a distancia» no es legal, no tiene ninguna validez y te estarías exponiendo a una multa por un documento que no sirve para nada.

¿Qué diferencia hay entre consumo y emisiones?

La etiqueta energética tiene dos escalas. El consumo de energía primaria no renovable mide cuánta energía «gasta» tu casa para estar confortable (calefacción, agua caliente, etc.). Las emisiones de dióxido de carbono miden el impacto ambiental de ese consumo, es decir, cuántos gases contaminantes se liberan para generar la energía que tu casa necesita. Lo ideal es mejorar en ambos aspectos para tener una vivienda realmente sostenible.

¿Qué pasa si mi vivienda saca una mala nota?

Que no cunda el pánico. Sacar una calificación E, F o G no significa que te vayan a obligar a hacer obras mañana mismo. Simplemente es un toque de atención: tu casa es poco eficiente y estás pagando más de lo que deberías en tus facturas. Lo mejor es que el propio certificado incluye un apartado con recomendaciones de mejora personalizadas para tu vivienda, una hoja de ruta para ahorrar.


En Certificados Energéticos Valencia, te lo ponemos muy fácil. Nos encargamos de todo el proceso para que tengas tu certificado en Valencia y alrededores como Torrent, Paterna o Gandía, con la visita del técnico incluida y la entrega garantizada en 24 horas tras la visita. Por supuesto, nos ocupamos del registro en el IVACE. Pide tu cita por WhatsApp o teléfono y consigue tu certificado en tiempo récord.

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