Pasos para vender casa en Valencia: La guía definitiva
Vender una casa con éxito empieza mucho antes de colgar el primer anuncio. Si quieres tener claros los pasos para vender casa, debes saber que la preparación de la vivienda y la fijación de un precio acertado son los pilares que marcarán el ritmo y la rentabilidad de la venta, sobre todo en un mercado tan dinámico como el de Valencia y sus alrededores. Esta guía te acompañará en cada etapa del proceso para que cierres una venta rápida y rentable.

Cómo preparar tu casa para que se venda sola (o casi)
La primera impresión lo es todo, y en el mundo inmobiliario, esta frase es ley. Cuando hablo de «preparar» tu casa, no me refiero a meterse en una reforma faraónica. A menudo, son los pequeños detalles estratégicos los que consiguen que un comprador potencial se enamore del espacio y se vea viviendo allí.
El objetivo es muy sencillo: tienes que ayudar a los visitantes a imaginarse su vida en tu casa. Y para eso, necesitas crear un ambiente neutro, luminoso y que respire a hogar. Se trata de poner el foco en los puntos fuertes y disimular las posibles debilidades.
El arte del ‘home staging’ con un presupuesto ajustado
El home staging es, básicamente, el arte de poner tu casa guapa para venderla. No se trata de esconder defectos, sino de potenciar sus virtudes para que luzca su mejor cara. Y no, no hace falta gastarse un dineral.
Puedes conseguir resultados espectaculares con muy poco:
- Despersonaliza al máximo: Guarda las fotos de la familia, los imanes de la nevera y esa colección de dedales que tanto te gusta. El comprador tiene que poder proyectar su propia vida en esas paredes, no ver la tuya.
- Orden y espacio, tus mejores aliados: Menos es siempre más. Un espacio abarrotado parece más pequeño y caótico. Retira muebles que no sean esenciales, despeja las encimeras y organiza los armarios (sí, hay gente que los abre).
- A la caza de pequeñas chapuzas: Arregla ese grifo que gotea, cambia las bombillas fundidas, tapa los agujeros de antiguos cuadros y dale una mano de pintura de color neutro a las paredes. El coste es mínimo y el impacto visual, brutal.
- Que se haga la luz: Sube las persianas y abre las cortinas de par en par. La luz natural es un vendedor silencioso. Si tienes zonas oscuras, añade una lámpara de pie o de mesa para crear un ambiente más cálido.
Estas mejoras no solo hacen la casa más bonita, sino que transmiten una sensación de cuidado y buen mantenimiento, algo que da muchísima seguridad al que compra.
La importancia de poner el precio correcto
Fijar el precio es, sin duda, uno de los momentos más delicados. Si te pasas de optimista, tu casa se quemará en los portales y nadie llamará. Si te quedas corto, estarás perdiendo dinero. Una tasación profesional es el mejor punto de partida. Un tasador homologado te dará un valor objetivo basado en criterios técnicos: metros cuadrados, estado, ubicación, calidades…
Pero tu trabajo no acaba ahí. Tienes que convertirte en un detective inmobiliario. Sumérgete en los portales y analiza a qué precio se están vendiendo de verdad pisos parecidos al tuyo en tu misma zona, ya sea en Valencia capital, Paterna o Torrent. Fíjate bien en los anuncios que llevan meses y meses publicados; lo más probable es que estén fuera de mercado.
Factores que suman (o restan) valor a tu vivienda
Más allá del estado y la ubicación, hay otros elementos que influyen directamente en el precio final:
- Reformas recientes: ¿Has renovado la cocina o el baño en los últimos años? ¿Cambiaste las ventanas por unas de doble acristalamiento? Todo esto suma valor y tienes que destacarlo.
- La eficiencia energética importa: Un buen Certificado de Eficiencia Energética (CEE) es un argumento de venta cada vez más potente. Si has mejorado el aislamiento o los sistemas de climatización, puedes justificar un precio más alto. Si quieres saber más, puedes aprender cómo mejorar la eficiencia energética en viviendas y sacarle partido.
- Los «extras» que marcan la diferencia: Una terraza con buenas vistas, un patio majo, una orientación que te regale sol todo el día o tener plaza de garaje en zonas complicadas como Alzira o Sagunto son ases en la manga que cotizan alza.
Una buena preparación y un precio justo son los cimientos de todo el proceso. Si empiezas con buen pie, te ahorrarás tiempo, negociaciones que no llevan a ninguna parte y estarás mucho más cerca de una venta rápida y rentable.
Reúne la documentación clave para vender tu piso
Una venta fluida y sin contratiempos depende, en gran medida, de tener todo el papeleo preparado de antemano. Este es uno de esos pasos que más tranquilidad te dará, ya que evita retrasos y sorpresas de última hora cuando llega el momento de firmar ante el notario. Tener todos los papeles en regla no es solo una formalidad; transmite confianza y profesionalidad al comprador, demostrando que todo está en orden.

Aunque al principio pueda parecer un mundo, en realidad es un checklist bastante lógico. Piensa en ello como el historial clínico de tu propiedad: cada documento cuenta una parte de su historia y confirma su estado actual, demostrando que eres el propietario legítimo y que la vivienda está libre de cargas inesperadas.
La documentación esencial de la propiedad
Para empezar, hay un par de documentos que son la base de todo. Sin ellos, simplemente no se puede avanzar. Asegúrate de tenerlos localizados y actualizados incluso antes de poner el primer anuncio.
La escritura pública de compraventa es el documento principal. Es el título que te acredita como propietario del inmueble, el que firmaste en su día cuando lo compraste. Si no la encuentras, no hay problema, siempre puedes solicitar una copia en la notaría donde se firmó.
Junto a la escritura, necesitarás la Nota Simple del Registro de la Propiedad. Este es un documento crucial que se solicita en el Registro de la Propiedad. Ofrece información actualizada sobre quién es el titular, las características de la vivienda y, lo más importante, si tiene alguna carga como una hipoteca, embargos o servidumbres. Es la radiografía legal de tu piso.
Certificados y recibos que no pueden faltar
Además de los papeles que demuestran que la casa es tuya, hay otros que certifican que está al día con sus obligaciones. Son imprescindibles para que el comprador vea que no va a heredar deudas ni problemas administrativos.
Aquí tienes la lista de lo que no se te puede olvidar:
- Último recibo del IBI: Deberás presentar el justificante de pago del último recibo del Impuesto sobre Bienes Inmuebles para demostrar que estás al corriente con el ayuntamiento.
- Certificado de la comunidad de propietarios: Tu administrador de fincas puede emitirte un certificado que acredite que no tienes ninguna derrama ni cuota de comunidad pendiente.
- Facturas de suministros: Aunque no siempre son obligatorias, tener a mano las últimas facturas de luz, agua y gas agiliza muchísimo el cambio de titularidad para el nuevo propietario.
- Certificado de Eficiencia Energética (CEE): Este es obligatorio por ley para vender o alquilar. Un técnico cualificado debe visitar la vivienda, evaluar su consumo energético y emitir la etiqueta correspondiente. Es un requisito indispensable para poder anunciar la venta.
En algunos casos, dependiendo de la antigüedad del inmueble y la normativa, puede que también necesites la Cédula de Habitabilidad. Para saber si aplica en tu caso, puedes consultar los requisitos de la cédula de habitabilidad. Por último, si tu edificio tiene más de 50 años, es muy probable que te pidan el informe de la Inspección Técnica del Edificio (ITE).
| Documento | Para qué sirve | Cuándo se necesita |
|---|---|---|
| Escritura de compraventa | Acredita que eres el propietario legal. | Desde el inicio y para la firma notarial. |
| Nota Simple Registral | Muestra el estado actual de cargas y titularidad. | Al negociar con compradores y para la notaría. |
| Último recibo del IBI | Demuestra que estás al día con el impuesto municipal. | Se presenta al notario antes de la firma. |
| Certificado comunidad | Confirma que no hay deudas con la comunidad. | Se presenta al notario antes de la firma. |
| Certificado Energético | Califica la eficiencia energética del inmueble. | Obligatorio para anunciar y vender la casa. |
| Facturas de suministros | Facilitan el cambio de titularidad de los servicios. | Es útil tenerlas para el día de la firma. |
| ITE / IEE | Certifica la seguridad y estado del edificio. | Si el edificio tiene más de 50 años, para la firma. |
Reunir todos estos papeles puede llevar algo de tiempo, así que empezar cuanto antes es la mejor estrategia. Una vez que tengas tu carpeta completa, estarás en una posición mucho más fuerte para negociar y cerrar la venta con total seguridad jurídica y sin demoras.
El certificado energético en Valencia: trámite obligatorio
Si estás siguiendo los pasos para vender casa, hay un papel no negociable: el Certificado de Eficiencia Energética (CEE). Este documento es un requisito legal en toda España, y en la Comunidad Valenciana es indispensable. No solo te lo van a exigir para poder poner un anuncio, sino que además le da al comprador una información muy valiosa sobre lo que gastará la casa en energía.
Mucha gente se agobia pensando que es un lío, pero conseguirlo es más rápido y fácil de lo que parece. Un técnico cualificado visita tu casa, toma nota de los elementos clave y con eso calcula la famosa etiqueta energética, esa escala de la A (más eficiente) a la G (la que más gasta). Por suerte, es un trámite que se resuelve en un abrir y cerrar de ojos.
La visita del técnico: un proceso de 10-20 minutos
El primer paso es tan sencillo como llamar o escribir a un técnico certificador. Una de las dudas más típicas es cuánto tiempo va a estar en casa. La verdad es que es un proceso sorprendentemente breve: la visita para tomar los datos necesarios suele durar entre 10 y 20 minutos.
En ese ratito, el técnico se enfoca en recoger la información clave que define la eficiencia de la vivienda. Su trabajo consiste en:
- Medir las superficies: Toma las medidas de fachadas, ventanas y techos para tener claro el mapa de la casa.
- Analizar los cerramientos: Echa un ojo al tipo de ventanas que tienes (si son de cristal simple o doble, el material de los marcos) y a la composición de los muros exteriores.
- Inspeccionar las instalaciones: Revisa los sistemas que tienes para la calefacción, el aire acondicionado y el agua caliente para saber qué rendimiento tienen.
Con esto, el técnico ya tiene todo lo que necesita. El resto del trabajo lo hace desde su oficina.
El cálculo de la nota y el registro en el IVACE
Una vez de vuelta en su despacho, el técnico mete todos los datos en un programa informático oficial, como el famoso CE3X. Este software hace un cálculo estandarizado que saca dos cifras clave: cuánta energía consume tu casa y cuánto CO₂ emite al año. El resultado es la conocida etiqueta energética A–G.
Con el informe listo, solo queda el último paso: registrarlo oficialmente. En la Comunidad Valenciana, este trámite se hace por internet en el IVACE (Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial). Este registro es lo que le da validez legal al papel, con una duración de 10 años. Si quieres saber más, consulta cómo registrar el certificado energético en Valencia.
Precios, validez y plazos en Valencia y alrededores
Una de las grandes ventajas de este certificado es que te olvidas de él por mucho tiempo. Una vez que está registrado en el IVACE, el CEE tiene una validez de 10 años, a no ser que hagas una reforma muy gorda que cambie su rendimiento energético.
En cuanto al coste, aunque puede variar un poco según el tamaño de la vivienda o si está en Valencia capital o en pueblos como Sagunto, Gandía, Xàtiva o Alzira, suele ser bastante asequible. Uno de los mayores beneficios es la rapidez: puedes tener tu certificado energético, con su registro en el IVACE, listo en solo 24 horas después de la visita del técnico.
Prepara un anuncio que enamore y gestiona las visitas
Ya tienes la casa a punto y todos los papeles en orden. Ahora toca lo emocionante: enseñársela al mundo. Hoy en día, la mayoría de compradores empieza a buscar en portales inmobiliarios, así que tu anuncio es tu única oportunidad para causar una primera impresión memorable. No se trata solo de que hagan clic, se trata de que se imaginen viviendo ahí desde el primer segundo.
Un buen anuncio transporta al comprador, le hace sentir el sol de la mañana en la terraza o visualizar una cena con amigos en el salón antes siquiera de haber pisado la casa.
Fotografía y tours virtuales: tus mejores aliados
Las imágenes lo son todo. Unas fotos oscuras, movidas o que enseñan una casa desordenada son el camino más rápido para que un comprador pase de largo. Por eso, contratar a un fotógrafo profesional no es un gasto, es una de las mejores inversiones que vas a hacer.
Un buen fotógrafo sabe encontrar la luz, jugar con los ángulos y sacar lo mejor de cada rincón. Además, no subestimes el poder de los tours virtuales 360º. Permiten que la gente «pasee» por tu casa desde el sofá, lo que te ahorra tiempo filtrando a los simples curiosos y atrayendo a compradores que de verdad están interesados.
Escribe una descripción que conecte, no que solo informe
Las palabras tienen el poder de enamorar. No te limites a soltar una lista de características técnicas. En lugar de escribir «cocina reformada», prueba con algo como: «Disfruta de desayunos en familia en esta moderna cocina recién reformada, inundada de luz natural cada mañana». ¿Ves la diferencia?
Saca a relucir lo que hace única a tu casa y a su entorno. Si vendes una casa en Xàtiva, por ejemplo, habla de la tranquilidad del barrio o de las vistas. Cuenta esos pequeños detalles que las fotos no pueden captar. Incluye siempre los metros cuadrados, número de habitaciones, baños y la calificación del certificado energético.
La gestión de las visitas: el momento de la verdad
Cuando empiecen a sonar las llamadas, la organización es tu mejor amiga. Ten la agenda a mano y sé flexible, pero intenta agrupar las visitas para no volverte loco. Antes de que llegue nadie, dale un último repaso a la casa: ventila bien, enciende algunas luces para crear un ambiente acogedor y asegúrate de que todo está en su sitio.
Durante la visita, tu papel es el de un buen anfitrión, no el de un vendedor insistente. Deja que exploren a su aire, pero quédate cerca para responder preguntas. Sé honesto sobre el estado de la vivienda; la transparencia genera confianza. Una gestión amable y profesional de las visitas construye la base para una oferta seria.
Domina la negociación y el cierre en la notaría
Has llegado al momento de la verdad, la fase donde todo el esfuerzo previo por fin se materializa. La negociación y el cierre son los últimos pasos para vender tu casa, pero también donde se atan los cabos sueltos que aseguran una transacción redonda. Es un proceso que exige estrategia, claridad y seguridad jurídica.
Recibir la primera oferta es un subidón de adrenalina, pero es vital mantener la cabeza fría y analizarla con lupa. No te fijes solo en el precio; las condiciones y los plazos son igual de importantes.
Cómo gestionar las ofertas y negociar como un experto
Cuando un comprador se lanza, normalmente presenta una oferta por escrito. Ahí detalla el precio que está dispuesto a pagar y sus condiciones. Mi consejo es que siempre te tomes un respiro para evaluar el paquete completo.
No te centres únicamente en la cifra final. Valora otros puntos clave: ¿pagan al contado o necesitan hipoteca? ¿Qué cantidad entregan como señal? A veces, una oferta un poco más baja pero con condiciones más seguras y rápidas puede ser mucho más interesante. Para afinar tus habilidades, puedes explorar diferentes técnicas de negociación en ventas.
El contrato de arras: el compromiso en firme
Una vez que llegáis a un acuerdo verbal, el siguiente paso es blindarlo con un contrato de arras. Este es un documento privado que sella el compromiso entre comprador y vendedor antes de la firma definitiva. Es un paso fundamental que da seguridad jurídica a los dos.
Aquí es cuando el comprador entrega una cantidad a cuenta, que suele moverse entre el 5% y el 10% del valor de la vivienda. Este contrato debe redactarse con muchísimo cuidado, estableciendo precio final, plazos para la firma, reparto de gastos y las consecuencias si alguna de las partes incumple.
El gran día: la firma ante notario
El día de la firma de la escritura pública es la culminación del proceso. Se celebra en la notaría (normalmente la elige el comprador) y es el acto en el que la propiedad cambia de manos de forma oficial. El notario leerá la escritura, comprobará vuestra identidad, el estado de cargas de la vivienda y que todos los papeles, como el certificado energético, estén en regla.
El pago del dinero restante se hace en ese mismo momento, casi siempre mediante un cheque bancario nominativo. Una vez que está todo verificado y el pago confirmado, llega el momento de firmar la escritura. Justo en ese instante, entregas las llaves y la venta se ha completado oficialmente.
Impuestos y gastos finales del vendedor
Con la venta cerrada, aún queda un último trámite: ponerse al día con Hacienda. Como vendedor, tienes dos obligaciones fiscales principales.
El primero es el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, mucho más conocido como la plusvalía municipal. Este impuesto grava la subida de valor que ha experimentado el suelo de tu vivienda desde que la compraste. Se paga en el ayuntamiento del municipio donde esté la casa, ya sea Valencia, Paterna o Xàtiva.
El segundo es la ganancia patrimonial en el IRPF. Si has vendido la casa por más dinero del que te costó, esa diferencia se considera una ganancia y tienes que declararla en tu próxima declaración de la renta. Hay exenciones, como reinvertir en vivienda habitual o si eres mayor de 65 años.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Cuánto se tarda de media en vender una casa?
El tiempo medio de venta en España puede variar, pero una vivienda bien preparada y con un precio de mercado en zonas con alta demanda como Valencia o Paterna puede venderse en menos de 90 días. Factores como la presentación, el marketing y una gestión ágil de las visitas son clave para acelerar el proceso. La clave está en no saltarse ninguno de los pasos para vender la casa y hacerlo de forma ordenada.
¿Qué impuestos voy a tener que pagar como vendedor?
Como vendedor, tienes dos impuestos principales: la plusvalía municipal, que grava el aumento de valor del suelo y se paga al ayuntamiento, y la ganancia patrimonial en el IRPF, que tributa sobre el beneficio obtenido con la venta. Es fundamental que te informes bien sobre las posibles exenciones, como la reinversión en vivienda habitual o ser mayor de 65 años, porque te pueden suponer un ahorro significativo.
¿Es mejor vender con agencia inmobiliaria o por mi cuenta?
Esta decisión depende de tu tiempo y conocimientos. Vender por tu cuenta te ahorra la comisión, pero exige dedicación total para gestionar fotos, marketing, visitas y negociaciones. Una buena agencia te aporta su experiencia y su cartera de clientes, quitándote todo el peso de encima a cambio de una inversión. Valora los pros y los contras según tu situación personal para tomar la mejor decisión.
¿Qué hago si mi casa todavía tiene una hipoteca pendiente?
Vender una casa con hipoteca es muy común. El día de la firma ante notario, parte del dinero que te paga el comprador se destina a liquidar la deuda restante con tu banco. Generalmente, un representante de tu entidad bancaria acudirá a la notaría para recoger el cheque y tramitar la cancelación económica de la hipoteca en ese mismo momento, asegurando que la vivienda se transmita libre de cargas.
¿Qué gastos de notaría y registro me corresponden?
Aunque la ley permite pactarlo, la costumbre en España es que el comprador asuma la mayor parte de los gastos de notaría y la totalidad de los de inscripción en el Registro de la Propiedad. Al vendedor, por lo general, le corresponde pagar la escritura matriz original y los gastos de cancelación de la hipoteca, si la tenía. Por supuesto, también deberás hacer frente a la plusvalía municipal.
¿Estoy obligado a entregar la casa recién pintada o con reparaciones?
Legalmente, no tienes la obligación de entregar la vivienda recién pintada o arreglada, a menos que se haya acordado por escrito en el contrato de arras. Sin embargo, es muy recomendable solucionar los pequeños desperfectos antes de ponerla a la venta. Detalles como un grifo que gotea o una persiana rota pueden dar mala impresión y debilitar tu posición a la hora de negociar el precio final de la venta.
Si has seguido todos los pasos para vender casa y lo único que te falta para lanzarte es el Certificado de Eficiencia Energética, te lo ponemos muy fácil.
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